Gastos, y más gastos.

   Acabo de volver del trabajo. Estoy demasiado cansada, y lo peor es que aún tengo que estudiar, que mañana tengo un examen. Respecto al trabajo tengo que decir que es más duro de lo que me imaginé. Cuando yo llego, aún quedan estudiantes por allí, y no te tienen ningún respeto. Por ejemplo, acababa de limpiar el suelo de un lado del pasillo, y les he pedido que, por favor, pasen por el otro lado, pero nada, ni caso. Hay otra mujer que realiza el mismo trabajo que yo allí. Ha sido muy agradable conmigo, porque me ha recomendado la mejor forma de realizar el trabajo. Además, me ha dado su teléfono por si algún día necesito su ayuda. A pesar de los incidentes ocurridos, me siento mucho más agusto trabajando en el instituto.
  
   Esta mañana se nos ha roto la lavadora. Llamamos al técnico, y no puede venir hasta mañana. Espero que lo pueda arreglar en el momento, porque si no voy a tener un gran problema, ya que no tengo demasiada ropa. También tenemos miedo de cuanto nos pueda costar la reparación.

   Casi se me olvida deciros que pronto llega la Navidad, y ya están las calles adornadas con las luces. Madrid está precioso.
   Bueno, debo ir a estudiar.

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